
¡El tiempo pasa tan rápido! La noche envejece, per o las mentes se mantienen jóvenes.
Ahí estaba como cada madrugada, mirando las calles vacías desde mi ventana. Los grises se convertían en mis colores favoritos y venía a verme mi amiga melancolía.
Esa noche era distinta. Es cierto que todo era gris y triste, todavía lo recuerdo. Lo que de verdad sentía era arrepentimiento, la chica de la playa… Entonces pensaba en ello como en algo muy serio y me afligía. Estaba claro que era otra de mis niñerías, pero por aquellos tiempos aún no me había dado cuenta. No la conocía y lo sabía, aunque de amores platónicos el mundo está lleno, no suelen ser todos palpables.
Para sacármela de la cabeza decidí dar un paseo. Las calles se postraban desnudas ante mí. Hacía tiempo que los juerguistas habían regresado y los pubs, bares y tascas habían cerrado. Me encontré algún que otro gato callejero; me encantaban los gatos, con esa mirada que sólo un ser tan adorable y solitario puede tener.
Acercándome a la playa, decidí dar un paseo por la orilla. En otras circunstancias podría haber sido un momento mágico bajo el manto estrellado, pero, en esas, sólo era un momento. Pasé cerca de un grupo de chicos, aproximadamente de mi edad, que se daban un baño a la luz de la luna. No me preocupé mucho por ellos y, seguramente, ellos tampoco lo hicieran, Todavía me preguntaba de donde salía la obsesión por esa chica, cosa que impidió que dejara de andar.
Serían las cuatro de la mañana cuando las piernas empezaron a fallarme y en mi cabeza empezaron a haber más nubes que otra cosa. Volví a casa, seguí anotando en mi cuaderno y me marché a dormir.
jajaj pensé que la chica de la playa era la rubia xD
ResponderEliminarAvisame cuando actualices que sino no me entero!