24 septiembre 2009

El precio de las sonrisas

¿Qué es una sonrisa? A veces no es nada y otras lo es todo. Puede ser una muestra de alegría, de conformidad, de complicidad, de simpatía, o, simplemente, de agradecimiento. Seguramente, si pensara un poco más encontraría muchos más motivos para sonreír que para no hacerlo y de momento no le veo nada malo. Pero como no todas las sonrisas son iguales, ¿valdrán al mismo precio?

Sí, especulamos con todo, incluso con las sonrisas. Jugamos a vivir sin darnos cuenta que el azar poco importa en este juego. La vida es tan graciosa... y el titiritero levantó el labio superior por ambos extremos para iluminar la habitación, es una forma barata de almacenar energía. A eso se le llama derrochar, es como dejarse un lagrimal abierto e irse de vacaciones.

Y para eso crecemos, que ironía. Cuando somos niños vivimos entre lágrimas y sonrisas y todo el mundo nos entiende, pero a medida que aprendemos a hablar nos explicamos peor. Y hacemos ver que no nos damos cuenta, y nos mentimos, y regalamos palabras sin querer hacerlo y por eso no son nada, y siempre sonreímos, ¡qué vehemente felicidad! Y todos sabemos que, esas sonrisas, la mitad de las veces no son de verdad.

Y queremos que las palabras vistan de seda, entre sutil elegancia, que no sean el típico transeunte de a pie y seguimos sin darnos cuenta que no vale la pena. ¿Veis?, ahora miento y ni siquiera os dais cuenta, es obvio que lo hago por despecho...una licencia poética. Pero por muchos adornos que lleven las palabras si no les pones nada tuyo, que salga de tu interior, no valen nada. Y por eso puede que las palabras más sencillas provoquen más sonrisas.

No sé que he escrito, como siempre, siguiendo el mejor orden: el caótico.

2 comentarios:

  1. Para mi una sonrisa es la forma más simple de explicar al otro lo que sientes. Es más fácil sonreir que no traducir a palabras que estás feliz o que das las gracias o que te alegras de verle.

    O al menos, lo era... porque la pena es que como mucha gente sonrie cuando no lo siente, la sonrisa ha acabado no significando nada. Porque ahora, una persona sonrie cuando ve a alguien para que el otro no se piense que le da asco verle, sonrie para que crea que agradece lo que hace o sonrie para que los demás no le pregunten porque está triste...

    La gente es hipócrita. Y lo es con palabras y también con gestos. Y es un pena. Porque una sonrisa, que tanto puede llegar a signifiar... queda en nada.

    Pero aún así, de tanto en tanto, te encuentras con una sonrisa que es totalmente sincera y, por alguna razón, tú lo sabes y, a mi, esa sonrisa sincera me alegra el día.

    ResponderEliminar
  2. critico el comentario de alba:

    ¿Y cuantas veces habré sonreido yo al leer una carta, ver una fotografia, etc... a solas? Lo esencial de la sonrisa es el sentimiento que hay en ella, sino hay sentimiento no es una sonrisa sino una mueca.


    No todas las sonrisas son de cara al público, y cuanta menos luz y más intimidad haya son mejores..

    ResponderEliminar